Judías Verdes con patatas

El plato de hoy es un plato muy sencillo, que se hace solo y en 30 minutos podemos tenerlo listo.

Las judías verdes aportan una baja cantidad de calorías y grasas, por ello, esta receta es muy interesante para dietas equilibradas, sanas y de adelgazamiento.

Se convierten en una buena fuente de fibra, vitaminas (como la provitamina A, vitaminas B2 y B6 y vitamina C) y minerales (como el potasio, calcio, magnesio y fósforo).

Ingredientes

- Judías verdes planas congeladas
- 3 patatas grandes
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Vinagre (opcional)

Preparación

1 En una olla con abundante agua, aceite y sal, mete las judías verdes congeladas (no será necesario descongelar previamente).

2 A la misma vez, introduce las patatas peladas y troceadas en trozos grandes. Deja que llegue a ebullición y las judías se separen.

3 Cuando hierba el agua, tapa la olla y baja el fuego a la mitad. Permite que se cueza la verdura hasta que las patatas estén blandas (entre 20 y 30 minutos).

4 Pasado ese tiempo, comprueba con un cuchillo o tenedor que las patatas estén listas pinchándolas, así sabrás si les falta o no un tiempo más de cocción.

5 Para servirlas, escurre bien las verduras, échalas en un plato y aliña con un chorrito de aceite y un poco de vinagre, al gusto.

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Yo soy malísima para encontrar el punto de sal en las comidas, reconozco que siempre me quedo corta.

Es algo que voy aprendiendo poco a poco, pero por el momento, en este caso, tuve que echar más sal porque estaban insípidas. Si es tu caso, no te cortes, el plato te lo agradecerá.

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Desde que soy bien pequeñita, mi madre me preparaba este plato aplastando y machacando bien toda la verdura junto con las patatas formando una pasta o puré.

A día de hoy, reconozco que me las sigo comiendo así.

Puedes comerte el plato tal y como se presenta a continuación o bien aplastando con el tenedor todo bien. Os aseguro que están de muerte de las dos formas.


He de confesar que nunca hubiera imaginado que un plato taaaaaaaan sencillo iba a estar taaaaaan bueno. El toque final de aceite y vinagre os aseguro que le da el punto perfecto. Y, sino eres muy amante del vinagre, sustitúyelo por limón, también estará de muerte.

Ya sabes, una comida rica y sana que nunca viene mal.

Bon Appetit

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